GERARDO PISARELLO
PROCESOS CONSTITUYENTES
(Caminos para la ruptura democrática)
(Trotta, Madrid, 2014)

GERARDO PISARELLO
PROCESOS CONSTITUYENTES
(Caminos para la ruptura democrática)
(Trotta, Madrid, 2014)

Por Walter F. Carnota 

El politólogo de origen tucumano residente en Barcelona desde hace tiempo -ciudad de la cual es vice-alcalde en la actualidad- vuelve a la carga con la espinosa cuestión de los procesos destituyentes-constituyentes, que evocan a su vez al constitucionalismo y a su relación no siempre lineal con la democracia.-

Pisarello pasa revista a los hitos del constitucionalismo (inglés, francés, norteamericano, europeo de preguerra y de posguerra, latinoamericano, portugués, español, islandés) y los correlaciona de modo permanente con los procesos democráticos. No siempre, desde la constatación empírica, el constitucionalismo ha sido democrático, ni proclive a la participación de los menos favorecidos.

Esa preocupación del autor se evidencia en cada párrafo de esta obra de madurez y síntesis. En el proceso constituyente democrático, va a condensar en la página 171, hay tensiones “de democratización y desdemocratización, de distribución y de concentración del poder”.-

Acceder a una constitución escrita es un camino arduo que implica, como hemos dicho en otra oportunidad, transformar a la política en derecho. El derecho, en particular el constitucional, se muestra o revela como la continuación de la política por otros medios. Hay reglas de juego que procuran detener la guerra hobbsiana de todos contra todos.-

Pero, precisamente, dado ese carácter fundante y fundacional, hay veces que el poder constituyente se encarna en una reforma (poder constituyente derivada) y otras que explota y se traduce como una instancia de ruptura con el orden jurídico pre-existente, porque justamente quiere establecer uno nuevo. “Una concepción democrática del proceso constituyente exige…que la elaboración del nuevo marco jurídico refleje un intercambio de ideas y reivindicaciones” (p. 173).-

En esta historia, siempre habrá tendencias más democratizadoras (como los ‘niveladores’ de la época de Cromwell, p. 27) y tendencias más elitistas (como el constitucionalismo norteamericano inicial de fines del s. XVIII). Las pulsiones menos progresistas parecen imponerse cuando el fervor transformador decae (p.ej., Portugal años después de la “Revolución de los Claveles” de 1974 y de la Constitución originaria de 1976).-

Sin dudas, por donde vive y por la coyuntura por la que atraviesa el sistema político, el “plato fuerte” es España. La crisis de una transición modélica, la tergiversación de las mandas constitucionales de 1978, la falta de representatividad del binomio PP-PSOE, las pretensiones soberanistas de Cataluña y de Euskadi sin respuesta ni mapa de ruta a la vista, son algunos de los condimentos de sus reflexiones. Surge la palabra “casta” (la que expandió Podemos) como una dirigencia anquilosada y por momentos regresiva, frente a los indignados del 15-M.-

El libro de Pisarello ayuda a entender que la factura de una Constitución, estatal o sub-nacional, es compleja, intervienen muchos factores y en donde se constata voluntad de continuidad como también ansias de cambio. En qué dosis se administran ambas es tarea del constituyente.-